¿Qué plantea la Ley Alina? En redes circula desinformación sobre su uso para juzgar con perspectiva de género
- Agencia Peninsular de Prensa
- 20 abr
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20/abril/2025

La Ley Alina busca impulsar la perspectiva de género al juzgar casos que involucran la legítima defensa por parte de mujeres que fueron víctimas de violencia física, sexual o feminicida, o que hayan estado en peligro de serlo, y que repelieron la agresión.
Esta ley actualmente se encuentra vigente en Baja California, y legisladores buscan que sea retomada a nivel federal y estatal. Sin embargo, usuarios en TikTok sacan de contexto la ley y aseguran que de aprobarse “una mujer te podría desvivir y no irá a la cárcel”.
De acuerdo con Ana Aguilar, abogada especialista en género y derecho, todas las personas juzgadoras están obligadas a juzgar con esta perspectiva y a hacer un análisis durante los procesos legales. Lo que hace la Ley Alina es explicitar este punto para que sea aplicado.
En su Manual para juzgar con perspectiva de género en materia penal, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) señala la importancia de hacer una interpretación desde la perspectiva de género respecto a estos casos, pues responde al entorno de violencia sistemática que viven las mujeres en el país.
Para acreditar la legítima defensa, es necesario un análisis contextual y tomar en cuenta, por ejemplo, los antecedentes de violencia.
¿Cómo surgió la Ley Alina?
La Ley Alina fue aprobada en el Congreso de Baja California en agosto de 2023, con el objetivo de adicionar reglas al Código Penal sobre la legítima defensa y el exceso dentro de la misma.
Esta fue impulsada por la diputada de Morena, Liliana Michel Sánchez Allende, en respuesta al caso de Alina Narziso, una expolicía de Tijuana que en 2019 fue víctima de un intento de homicidio por parte de su pareja sentimental y, en defensa propia, le disparó y lo mató.
Alina fue condenada a 45 años de prisión por homicidio. Pero, tras permanecer ahí tres años, el Tribunal de Segunda Instancia del estado revocó de manera unánime la sentencia que había sido emitida en su contra, al considerar que el asesinato de su agresor fue un acto de legítima defensa, proporcional a la situación que vivió.
Para esto, los magistrados tomaron en consideración el contexto de violencia física, psicológica, moral, estética y sexual que la pareja sentimental de Alina ejerció sobre ella antes y durante la agresión que derivó en el homicidio.
Como la historia de Alina, hay más. Hasta ahora, la Ley que lleva su nombre se encuentra vigente sólo en Baja California. Aunque, legisladores en Chihuahua, Tamaulipas y el Estado de México han anunciado la intención de impulsar esta iniciativa en sus estados. También, en noviembre de 2024, la senadora morenista Julieta Ramírez presentó un proyecto para su implementación a nivel nacional
Mediante el decreto 278, la Ley Alina reformó los artículos 23 y 79 del Código Penal de Baja California para establecer la presunción de legítima defensa cuando la mujer, o alguna persona en su auxilio, repela a su agresor en casos de violencia física, sexual o feminicida.
De igual forma, establece que no se considerará “exceso en la legítima defensa” cuando una mujer víctima se haya encontrado en un estado de miedo, terror o confusión a la hora de responder a la agresión y repelerla.
Estas reformas se ajustan a lo planteado por la Suprema Corte para comprender la dimensión y la forma en que operan las diversas violencias sistemáticas que viven mujeres, como la doméstica.
Juzgar con perspectiva de género
El Código Penal Federal plantea que la legítima defensa se aplica como excluyente del delito cuando “se repela una agresión real, actual o inminente”. Sin embargo, esta visión no abarca, de entrada, el estado de amenaza constante al que se enfrentan mujeres en entornos violentos.
La especialista en género y derecho, Ana Aguilar, explicó que la legítima defensa es contemplada así en los códigos penales para prevenir agresiones en venganza. Pero refirió que una de las mayores críticas feministas hacia este concepto es que está construido desde el ideal masculino, en donde los hombres reaccionan rápidamente ante una violencia.
“Se espera que si las mujeres recibimos un golpe de nuestra pareja, de nuestro padre, o de cualquier persona, lo repelamos al instante. Pero la realidad es que muchas mujeres sienten que no tienen alternativa, escapatoria o manera de repeler la agresión. Influye no sólo la violencia física, sino también la emocional”, explicó Aguilar.
“Hay muchas mujeres que cuando llegan a actuar es justamente cuando sienten que no corren peligro de poder hacerlo”, añadió la especialista al recalcar la importancia de contextualizar cada caso con los antecedentes de violencia, hayan sido o no denunciados.
Respecto a la implementación de la Ley Alina a nivel nacional, puntualizó que por sí misma sí puede ser una herramienta, pero “si quienes operamos en el sistema de justicia no estamos capacitadas no no tenemos la sensibilidad para poder aplicarlas, quedará en letra muerta”.
Finalmente, la Suprema Corte rescata que el elemento más importante para juzgar estos casos con perspectiva de género es que las circunstancias de cada caso sean analizadas, y que “quien juzga no analice el asesinato del agresor como un acto aislado, sino que lo inserte dentro del contexto sistemático y permanente de violencia ejercida en el ámbito familiar”.
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